martedì 15 maggio 2012

NECESITO del mar porque me enseña
no sé si aprendo música o conciencia:no sé si es ola sola o ser profundo
 sólo ronca voz o deslumbrantesuposición de peces y navios.El hecho es que hasta cuando estoy dormidode algún modo magnético circuloen la universidad del oleaje.No son sólo las conchas trituradascomo si algún planeta temblorosoparticipara paulatina muerte,no, del fragmento reconstruyo el día,de una racha de sal la estalactitay de una cucharada el dios inmenso.
Lo que antes me enseñó lo guardo! Es aire,incesante viento, agua y arena.Parece poco para el hombre jovenque aquí llegó a vivir con sus incendios,y sin embargo el pulso que subíay bajaba a su abismo,el frío del azul que crepitaba,el desmoronamiento de la estrella,el tierno desplegarse de la oladespilfarrando nieve con la espuma,el poder quieto, allí, determinadocomo un trono de piedra en lo profundo,substituyó el recinto en que crecíantristeza terca, amontonando olvido,y cambió bruscamente mi existencia:di mi adhesión al puro movimiento.Pablo Neruda